Uno de los objetivos que se propuso el P. Rodrigo Molina, fundador de la Unión Lumen Dei, fue construir centros educativos orientados a elevar la capacitación de los hombres, sobre todo de los que no tienen recursos. En primer lugar se trata de educar-fortalecer la voluntad mediante el conocimiento de la grandeza que tiene por ser imagen de Dios y desarrollar al máximo las capacidades que Dios le ha dado. En segundo lugar, formar conciencias rectas para que lleguen a ser el día de mañana auténticos seguidores de Cristo, desde el lugar que ocupen en la sociedad.
Lumen Dei asesora 36 centros educativos que abarcan la educación infantil, primaria, secundaria y formación profesional. Estos centros están puestos bajo la protección de Nuestra Señora del Encuentro con Dios. Ella fue Madre y Maestra de Cristo, su educadora y pedagoga. Así también deseamos que los niños y jóvenes de nuestros colegios se entreguen a esa pedagogía del Corazón maternal de María. Ella los educará, no para la comodidad, sino para el sacrificio gozoso del servicio a los demás.
Didascalio es el nombre de nuestros centros educativos. Tres constantes endinamizan todo el actuar pedagógico: el Orden, la Verdad y el Amor, a imagen de la Santísima Trinidad, para que en el alumno haya disciplina, esté abierto a la sabiduría y sea comunicativo.
La experiencia del fundador de la Unión Lumen Dei, P. Rodrigo Molina, como director de un centro docente durante una década, su mente lúcida, su visión realista y sobrenatural de la educación actual le llevó a unir la riqueza de distintos sistemas educativos ya existentes, adaptarlos y darles un nuevo impulso. Captó la mentalidad del alumno y se amoldó a sus necesidades. Al poner a los alumnos en un ambiente idóneo y apto, se les puede exigir que se apliquen, guarden el orden y la disciplina. Estas pautas permiten mantener en el centro un clima de caridad, respeto, serenidad, responsabilidad académica y espíritu cristiano.
Por su parte, el personal docente debe estar animado de la fe y el amor para hacer del colegio una familia de Dios a imagen de la Sagrada Familia. El colegio, sus educadores y los diversos agentes que intervienen en la educación, tienen como meta hacer del niño ese hombre nuevo planificado por Dios en Cristo. Por eso se fomenta una intensa vida de piedad: Santa Misa diaria, mes de María, devoción al Santo Rosario y a las Tres Avemarías, catequesis, dirección espiritual, administración de sacramentos. Esta fórmula dará como resultado no sólo una gran altura intelectual sino la piedad en los alumnos.
Actualmente Lumen Dei asesora en 11 centros de primaria y 9 de secundaria ubicados en los siguientes países: Perú, Colombia, República Dominicana, Venezuela, Argentina, Chile y España. Más de 5.000 alumnos reciben esta benéfica influencia.
POR: ANDRES DAVID FORERO RINCÓN